Vivimos en entornos cambiantes , exigentes por definición. Podemos Sobrevivir, claro está , pues nos rodean una serie de facilidades que hemos ido incorporando a nuestras vidas según las necesidades que han ido apareciendo.
La propia sociedad en la que vivimos nos provee, en ocasiones sin necesitarlo siquiera, de los elementos que supuestamente nos harán la vida más cómoda y más feliz.
Es lo que llamamos SOCIEDAD DE BIENESTAR.
Y esto no es malo. Las duda es si realmente resulta útil.
Como bien sabemos, después de multitud de experiencias , la felicidad es una experiencia muy individual, muy personal. ¿A qué me refiero?. Que lo que te hace feliz a tí puede ser diferente de lo que me hace feliz a mí.
Incluso mi comodidad no tiene porqué tener los mismos ingredientes que tu comodidad.
Y bajo esta premisa, las “soluciones para todos” , en algunos casos, pueden funcionar. Pero en muchos otros, me temo, que es “como querer poner puertas al campo”.
Y es que a veces se nos olvida que somos seres únicos. Seres individuales que viven en sociedad. Una sociedad que nos moldea y a la que nos adaptamos. Y una sociedad que se adapta y construye junto a las personas.
¿A dónde quiero llegar?. Muy fácil. Que individuo y sociedad están en continua interacción. Que ambos caminan juntos y ambos se necesitan. Que ambos se complementan y ambos han de cuidar del otro si su deseo es permanecer juntos.
En realidad , analizado desde este punto de vista, individuo y sociedad se organizan como pareja de enamorados. Ambos caminan juntos en el viaje de la vida.
Sin embargo, esta eterna luna de miel, deja de ser tan romántica cuando las personas se hacen mayores, algo que forma parte de la evolución natural de los seres humanos. Algo que forma parte de la belleza de la evolución humana, donde acumulas toda la experiencia de una vida.
Pero llegar a una edad avanzada, puede convertirse en una etapa de ruptura con tu amada sociedad.
¿A qué me refiero?. Sencillamente que en muchos casos, la sociedad prefiere enamorarse de personas más jóvenes. Porque cuando llegamos a mayores aparecen por lo general unas necesidades que antes no estaban.
Puedes necesitar ayuda para tus desplazamientos, una persona que te acompañe en tus actividades básicas de la vida diaria, como son el aseo , la higiene o vestirte.
Aparecen un sinfín de visitas médicas , con la dificultad añadida de los desplazamientos.
Esto es lo que hemos llamado Dependencia.
Y para esto la Sociedad se ha tenido que preparar, y trata de ayudar con diferentes recursos. Sin embargo no es tarea fácil atender las necesidades individuales y cambiantes que nuestros mayores van teniendo.
Y más si entendemos que cada Persona Mayor tendrá su propio estilo de concebir la vida. Su propia forma de experimentar la felicidad. Su propia vía para llegar a su comodidad.
Es en este sentido en el que digo que Sociedad e individuo , Sociedad y Persona Mayor han de reencontrarse, han de volver a caminar juntos de la mano. Acomodando sus pasos al ritmo que ese momento requiere. Volviendo a enamorarse y a disfrutar el uno del otro como lo hicieron en el pasado.
Sencillamente se trata de proporcionar una atención centrada en la persona.
Hacerlo de otra forma , es olvidarse de la persona. Y olvidarse de la persona, es destruir la sociedad de bienestar.
COACHINGtofly
Manuel de la Cruz Jiménez.
julio 2019.