Como te comenté en el anterior artículo, vamos a ir reflexionando juntos sobre eso que llamamos Disciplina Positiva, y que desde hace algún tiempo tanto oímos.
Una vez hemos repasado el origen de esta metodología y su idea esencial, en el artículo de hoy vamos a señalar algunos de sus pilares más importantes.
Seguro que según los vayas leyendo tratarás de chequear si te identificas con alguno. Adelante, es el primer ejercicio de reflexión que te propongo.
Pero recuerda, si sientes que alguno no está presente en tu vida, es buen momento para darte una oportunidad de crecer e incorporar en tu día a día aquello que consideres puede ser útil.
Si por el contrario sientes que cumples cada uno de estos puntos de manera adecuada en tu rutina diaria, ENHORABUENA. Permítete seguir creciendo y seguir puliendo ese diamante precioso que supone la educación de nuestros hijos de forma positiva.
Recordemos que la Disciplina Positiva, en esencia, nos ayuda a utilizar amabilidad y firmeza al mismo tiempo.
Hemos de tener en cuenta que es necesario el establecimiento de limites en la educación de nuestr@s hij@s.
Esto les sirve de ayuda para seguir un camino. Hay un sencillo ejemplo que nos puede ayudar. Imaginemos que queremos llegar a un destino. Es necesario ir tomando decisiones sobre qué caminos nos llevan a nuestro destino y cuales nos alejan de él. Es necesario ir construyendo el sendero que nos oriente a nuestro destino final.
Los límites nos ofrecen luz sobre el camino.
Sin límites, no habrá sendero. Sin sendero , no llegaremos a nuestro destino.
Establecer límites es absolutamente necesario. Pero como veremos , en ocasiones , puede hacerse de forma diferente a cómo nos han enseñado.
5 pilares de la Disciplina Positiva:
- Respeto mutuo. ¿te imaginas trabajar con un jefe/a que te regañe cada vez que cometes un error?. ¿O que tu pareja “te eche la bronca” cada vez que no haces algo de la forma mas adecuada?.
Lo que todos esperamos es comprensión ante nuestros errores. Incluso que nuestros seres queridos sean todavía más comprensivos cuando tenemos un mal día.
En muchas ocasiones con los niñ@s nos comportamos de forma diferente a como lo hacemos con los adultos. Parece que nos hemos ganado el derecho a gritarles, amenazarles, castigarles e incluso humillarles, por él “simple hecho” de ser padres.
Claro está que no lo hacemos con el profundo deseo de hacer daño. Faltaría más.
Pero se ha demostrado que esta acciones, además de “poco positivas” suelen ser ineficaces.
No estoy diciendo que un grito aislado no sea buen compañero de viaje. Lo es. Estoy hablando de los gritos como forma de comunicarnos, como forma de reaccionar a los errores.
- Aprender de los Errores. Decía Albert Einstein : “ En medio de la dificultad reside la oportunidad”.
Los errores son una oportunidad para educar, para crecer, para aprender. Si vemos el error como algo necesariamente negativo, tenemos mal punto de partida.
Cuando se produce un error, tratamos de cambiar el comportamiento, (lo que se vé) sin pararnos a reflexionar qué hay detrás de esa conducta.
Una disciplina efectiva es la que busca las razones que hacen actuar a los niños de una cierta manera.
Solo comprendiendo esas razones podremos cambiar la creencia, motivaciones o cubrir las necesidades que le hacen comportarse en ese momento de forma inadecuada.
Lo que ocurre es que para eso se necesita algo de tiempo. Se necesita sentarse, charlar, pararse, abrazar ….¿Tienes ese tiempo?
3. Sin castigos. Una disciplina que enseñe no es ni permisiva ni punitiva.
La disciplina positiva nos anima a enfocarnos en soluciones en lugar de castigos. Nos ayuda a ir más allá y “ver el vaso medio lleno”. El castigo puede resultar en algunos casos efectivo a corto plazo, pero tiene consecuencias negativas a largo plazo.
Muchos autores han escrito sobre la relación entre el abuso del castigo y la baja autoestima desarrollada en los niñ@s.
4. Comunicación efectiva y habilidades para resolver problemas.
Para ello es necesario fomentar la comunicación constante. Debemos encontrar formas de conectar con el niñ@.
Hemos de aprender a ser creativos y mirar al problema de diferentes formas, ampliando horizontes, cambiando perspectivas.
No en vano es algo que deberíamos hacer en nuestro día a día. En nuestro trabajo, con nuestras parejas, con nuestros familiares y amigos. Si nos quedamos en el problema, estaremos perdiendo capacidad creativa. Estaremos encontrando solo una forma de afrontar la situación. Estaremos dando un modelo erróneo a nuestros hij@s que ante un futuro problema, estarán sin recursos.
5. Poner el foco en el Proceso para llegar al éxito.
Cuando ALENTAMOS, ponemos atención al esfuerzo y la mejoría, no simplemente al éxito. Esto fortalece la autoestima y estimula a seguir creciendo, a seguir aprendiendo. A comprender “el cómo se llegó”.
Cuando ALABAMOS, ponemos el foco solo en el resultado. Perdemos de vista lo que han hecho para alcanzar ese éxito, con lo que será difícil que se vuelvan a poner en marcha los mismos mecanismos.
Eso sí, como la recompensa fue tan grande, seguirán buscando el éxito aunque quizá no logren alcanzarlo, pues no recordarán el proceso para llegar a él.
Es posible que aparezca en ese momento la frustración, la rabia…y entramos en ese círculo peligroso donde nuestro peque grita y nosotros gritamos también. El resultado, un mal rato que es sin duda evitable.
Hasta aquí esta segunda entrega. Espero que te haya servido para reflexionar, para poder profundizar en aquello que es mejorable y afianzar todo aquello que ya te esta dando buen resultado.
Sigo preparando una nueva entrega de esta línea titulada CLAVES PARA AYUDAR A TUS HIJOS A CRECER DE FORMA SALUDABLE , basada en la metodología de la Disciplina Positiva.